“Día de la mujer”
La lucha continua
Áreas como tecnología, ingenierías y matemáticas, tienen una gran brecha connotada desde la niñez, pues niñas desde muy corta edad se ven encasilladas en estereotipos de género que persisten durante toda su vida
El origen del día internacional de la mujer deja muchos huecos en la historia, pues no existe documentación oficial, testimonios o referencias que corroboren oficialmente su génesis. La versión más conocida es en memoria a la muerte de las 129 trabajadoras de Cotton, una fábrica textil de Nueva York que, al estar en huelga por sus derechos dentro de la fábrica a puerta cerrada, fallecieron debido a un incendio intencional por parte del dueño.
A principios del siglo XX existieron numerosos movimientos de las sindicalistas en América del Norte y Europa en busca de la igualdad de derechos, los cuales llevaron poco a poco a la proclamación de este día y a conseguir algunos logros en sus respectivos países. Según la UNESCO “El primer Día Nacional de la Mujer se celebró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909”, sin embargo, uno de los movimientos más sobresalientes fue en 1917 por las mujeres en Rusia, quienes decidieron protestar y luchar por pan, paz y el fin del régimen zarista el 8 de marzo, iniciando así la revolución y llevándolas eventualmente a la adopción del voto en su país.
Actualmente, el 8 de marzo sigue siendo un día de protesta y lucha por la equidad de género a nivel político, social, cultural y económico, ya que, si bien se han logrado diversos avances, aún existen muchos lugares en los que se ve lejano el poder nivelar los derechos entre hombres y mujeres.

Áreas como tecnología, ingenierías y matemáticas, tienen una gran brecha connotada desde la niñez, pues niñas desde muy corta edad se ven encasilladas en estereotipos de género que persisten durante toda su vida, dictándoles cómo y con qué jugar, así como vestimenta y labores con las que deben de cumplir ante los hombres y la sociedad. Estas actitudes se reflejan también en las aulas donde se discrimina el intelecto de las mujeres con respecto al de los hombres. Melina Masnatta en su conferencia Recuperar el rol de las mujeres en la tecnología resalta estas y más dificultades por las cuales una mujer interesada en una carrera en tecnología suele pasar. De esta manera, aunque futuras profesionistas encuentren interés en estas áreas de estudio, la influencia social y cultural continúa siendo un lastre que les impide dedicarse libremente y sin prejuicios a aquello que desean ejercer.
En el terreno laboral la situación continúa siendo precaria en empleos donde sólo se acepta personal masculino o bien mujeres con salarios inferiores a los percibidos por hombres en el mismo puesto, con más carga de trabajo. Además, muchas no son contratadas por prejuicios como edad, adaptabilidad, maternidad, entre otros, porque al ser mujeres, se cree, no tienen la resistencia de un hombre, el carácter para llevar un equipo o el conocimiento e inteligencia para resolver conflictos, todo esto sin mencionar los casos de acoso, extorsión e inexistencia de crecimiento laboral.
Es cierto que hoy día existe un gran movimiento por parte de mujeres feministas alrededor del mundo en búsqueda de equidad y de impulsar su participación y reconocimiento en diversos sectores, tales como la ciencia e investigación. El Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga realizado por la Universidad Iberoamericana con motivo de aumentar el interés de las mujeres en las ciencias es una de las muchas iniciativas al respecto. Maitetxu Larraechea, Directora Ejecutiva de Girls in Tech Chile recalca que es preciso invitar específicamente a las mujeres a participar en la creación de tecnología debido a que es un campo que requiere de creatividad para la solución de problemas, sin embargo, sus avances han sido cada vez más escasos debido a la poca diversidad en los equipos de trabajo.

Es increíble pensar que a pesar de que vivimos en un tiempo donde la mujer cada vez se encuentra más presente, alzando la voz, luchando por llegar a la equidad de género; dónde como sociedad tanto hombres como mujeres empiezan a reconocer la capacidad del género femenino, las cifras de la participación de la mujer en tecnología, ciencia, investigación, entre otras, han bajado en los últimos diez años, frenando el avance como humanidad en muchos sentidos.

El planeta necesita de cambios, el agua se está agotando, los polos se derriten y la humanidad continua sin tener soluciones efectivas, eso quiere decir que lo realizado no es suficiente, falta algo más, faltan ideas frescas, nuevas, pero ¿cómo hacerlo si las soluciones siempre vienen de un grupo selecto de personas que en su gran mayoría son hombres? Quizás ese elemento faltante sea esa mujer que se quedó marginada del proyecto o esa niña que quería un set de herramientas en lugar de uno de cosméticos. La lucha por la equidad de género ya no concierne únicamente a las mujeres, es cuestión de supervivencia como humanidad y todos debemos contribuir a eliminar estereotipos desde la crianza de los niños, en las aulas de estudio, en los trabajos y en la calle. Estar de acuerdo con los motivos de una manifestación no contribuye en nada si uno mismo no toma acciones para cambiar estos aspectos desde su entorno.
Es tiempo de reconocer y de actuar, las circunstancias lo demandan.