Completar la individualidad desde la diversidad
El valor de la diversidad es cada vez más claro tanto para formas de pensar como para fortalecimiento genético del ser humano. En los equipos de trabajo actuales se requiere mayor diversidad de pensamiento, pues la situación ha obligado a pensar fuera de la caja y eso solo es posible cuando nos exponemos a otras formas de pensar y de actuar.
Uno de los temas que más me ha interesado, a lo largo de mi vida, es la diversidad cultural. ¿Por qué reaccionamos distinto en diferentes países e incluso regiones de un mismo país? ¿Cuáles cambios en nuestro actuar diario generan las tradiciones con las que crecimos? ¿Qué nos hace distintos y qué nos conecta con distintas nacionalidades y formas de pensar?
Hoy, con la globalización y el acceso a internet tenemos la gran oportunidad de crecer a través de la multiculturalidad a la que estamos expuestos día tras día. Dentro de un ambiente de trabajo es más fácil resolver un problema local cuando buscamos cómo se ha resuelto en otros lugares, quizás usando métodos que para nosotros eran impensables desde nuestra perspectiva cultural. El acceso a internet también hace que las fronteras culturales, cuando queremos, comiencen a desdibujarse para dar paso a culturas intermedias.

Crecí en frontera, lo cual me permitió vivir rodeada de tradiciones mexicanas y estadounidenses, conviviendo con puristas en ambos lados de la frontera y una familia que toma las tradiciones que le gustan de cada lugar donde ha vivido.
Para mí esto implicó tener que adaptarme y entender qué me gusta de cada cultura, más adelante en la universidad conviví con gente de todo el mundo, reaprendiendo a ubicar mi individualidad en un mundo multicultural del que quería seguirme contaminando.
Años después trabajé por toda Latinoamérica y comprendí que la forma de ver la vida del mexicano no es común para otras nacionalidades. Ni siquiera en los países con los cuales tenemos un pasado y un idioma en común se tiene esta visión de la vida que tenemos nosotros. Incluso en las distintas regiones del país donde he tenido la fortuna de vivir y a donde he viajado incansablemente se pueden observar micro culturas que definen nuestra manera de ver la vida.
La multiculturalidad nos ayuda a entender al otro, y a diferenciar generalidades de realidades culturales. Cuando comenzamos a abrazar las diferencias nace una nueva normalidad que nos lleva a ver el mundo desde otro punto de vista, a disfrutar el sol y la lluvia dentro de un mismo día y a entender que lo que para una persona no es políticamente correcto para la otra es perfectamente natural y todo tiene que ver con su contexto, la generación a la cual pertenece e incluso el idioma que habla como lengua madre.
La diversidad cultural es afectada también por el idioma con el que nos expresamos, el español es un idioma con un vocabulario muy rico y una diferenciación clara entre la comunicación formal e informal, mientras que el inglés es un idioma que plantea un piso neutro para la comunicación sin hacer diferencias entre la formalidad y la informalidad, ideal para la ciencia ya que carece de jerarquías. Estas claras diferencias las llevamos a la vida diaria, las palabras tienen fondo y forma, me atrevería a decir que las tonalidades agregan color y textura, dando como resultado nuevas formas de pensar cuando usamos un idioma distinto al propio.

Al llevar nuestra cultura a un ambiente diverso irremediablemente lo cambiamos y nos cambia, nos abre la mente, nos hace pensar en lateralidades y nos crea una visión periférica que no necesariamente la hubiéramos desarrollado dentro de nuestra zona de confort. Hace algunos años me dijeron que el concepto del ahorita mexicano era la palabra más difícil de definir porque quiere decir todo y nada a la vez, puede ser en este momento, en algún punto del tiempo o definitivamente no lo voy a hacer, pero no puedo decir que no. Para mí así ha sido entender otra cultura, identificar a qué ahorita se refiere nuestro interlocutor.
La metodología de trabajo también es influida por la carrera que estudiamos, incluso el tipo de formalidad en la educación que recibimos. Algunas carreras son más propensas a la organización a raja tabla mientras otras se benefician del caos. Aprender a interactuar con distintas carreras y a tomar lo rico de cada una para formar una nueva normalidad personal nos diferencia de quien solo aplica lo que estudió. La integración de diversas formas de pensar genera nuevos conocimientos, mezclar las ciencias exactas con literatura genera textos lúdicos para aprender de una forma diferente.
Conforme crecemos y definimos quiénes somos, debemos recordar que no está de más tomar un poco de cada persona a la que nos encontramos para ser realmente únicos y aportemos mucho más que la suma de las partes a la siguiente persona en nuestra historia.