No fracasé, sólo descubrí 999 maneras
de cómo no hacer una bombilla
Los seres humanos nacemos con creatividad, imaginación, curiosidad e intuición, pero conforme pasa la vida son pocos los que no se ven reprimidos, temerosos de explorar, de intentar cosas nuevas, fallar y volver a intentar quedándose en su área de confort. Muestra de ello ha sido esta cuarentena donde muchas personas, al haber sufrido un cambio brusco en su vida cotidiana, al no poder salir de sus hogares más que a lo necesario, se han sumergido en la depresión y otros malestares teniendo que recurrir incluso a atención psicológica.
En el video La realidad del sistema educativo se exhibe cómo el modelo educativo que ha prevalecido en muchos países no ha cambiado desde hace más de un siglo, cuando comenzó la revolución industrial. Entrenando a los alumnos bajo el sistema rutinario del trabajo que se tenía en las fábricas, mucha de la mano de obra ya ha sido reemplazada por máquinas y robots inteligentes, matando el pensamiento libre, creativo, innovador, crítico e independiente de los niños del futuro, formando adultos incapaces de dar solución a problemas, carentes de iniciativa y temerosos de actuar ante nuevas situaciones o incluso de manifestar su pensamiento.
Con base en ello, el sistema educativo ha sido uno de los más afectados por la pandemia, ya que al tener un modelo tan anticuado se ha visto colapsado hasta cierto punto; muchos docentes carecen de los conocimientos en tecnología y creatividad para dar atención y proveer de conocimientos a sus alumnos, teniendo poco éxito en captar la atención de sus estudiantes, sin brindar material didáctico actual y afianzar los conocimientos necesarios para completar el temario establecido.
Dice la frase que no hay mal que por bien no venga, pues con la pandemia otras personas se han adaptado y se han atrevido a abrir otras puertas que la sociedad, la industria, el sistema o cualquier otra entidad o persona no les había permitido explorar. Duncan Wardle, ex director de creatividad de Disney en su conferencia Cómo crecer sin perder la creatividad nos dice que “la innovación conlleva riesgos y el riesgo nos causa ansiedad y si no te sientes así de vez en cuando significa que no estás pensando de forma diferente ni haciendo cosas de manera diferente, ¡Tienen que ser valientes!”. Uno de los grandes ejemplos de ello es Thomas Alva Edison quien en una entrevista dijo:
No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla.

El mundo es de los valientes y no se detiene, es tiempo de abrir nuevas puertas en lo laboral y en lo académico, de atreverse a obedecer nuestros impulsos creativos y sacar ese niño que todos tenemos dentro preguntándonos cómo podríamos en lugar de cómo podemos, reformulando la manera de cómo hacer las cosas.
Y ustedes, ¿se unen al cambio?