#ConTodoMenosConMiedo
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
Galeano
Cuando le pregunté a Letty Ruiz si necesitaba ayuda para la realización de las caretas, inmediatamente pensé en la frase de Galeano con la que comienzo el relato. Su respuesta fue un “vente necesitamos manos” y con gusto, después de haber terminado mis obligaciones como profesor de la Prepa Ibero, me incorporé para apoyar en este lapso de dos semanas al equipo del IDIT en la elaboración de caretas para el personal médico.
Los primeros días fueron de aprendizaje, desde el conocer a nuevas personas, identificar la zona de trabajo y saber el sentido de la elaboración de caretas. En la parte práctica fue acercarme a una parte de ingeniería que me agrada y además se me hace muy interesante.
Me tocó estar en el proceso de poner el primer remache después de que los cortes de estireno salen de la cortadora láser, aprender a remachar con rapidez y certeza fue uno de los aprendizajes que he tenido durante estos días.
En los tiempos libres, mientras llegaban los cortes de la cortadora láser, era un buen momento para platicar y compartir sobre la experiencia del día a día y además para conocernos un poco mejor ya que varios no nos habíamos visto, aunque trabajamos en la misma universidad. Así las pláticas sobre cine, gustos musicales, etc. hacían más llevadero el cansancio.
Después de los tres primeros días de trabajo, Ana Cris me preguntó sobre mis aprendizajes en la elaboración de caretas y le contesté que el primero había sido actualizarme en algunas cosas de tecnología, como el dejar de creer que la cortadora necesitaba que le sacaran filo para hacer su papel. Eso fue risas entre los compañeros. Otro aprendizaje fue que nos unió una causa a la cual estamos seguros que es necesario apoyar, porque si el personal médico se enferma, quién va a ayudar a la gente; aprendí que mis compañeros del IDIT son gente que se rifa, porque al tercer día después de remachar tanto, los brazos terminan adoloridos y en unos casos adormecidos y aun así seguimos trabajando. La meta era vencernos a nosotros mismos en la fabricación y así fuimos aumentando la cifra, de 1,100 pasamos a 1,300 y luego 1,500 hasta llegar a la cantidad de 2,600 caretas diarias.
Después me tocó estar llevando caretas a los hospitales; el testimonio de las enfermeras y las doctoras con las que pude platicar es de sorprender, porque, con lo poco que les llevamos, son capaces de hacer mucho y se quedaron muy agradecidas.
Con esto solo quiero compartir mi agradecimiento a Letty, Aristarco, Charly, Ale, Manuel, César, José Luis, Abraham, Ana, Cris, Andrés y a todos los miembros de la universidad que voluntariamente en algún momento apoyaron la elaboración de caretas.
Termino mi relato con una frase de Pedro Arrupe SJ que resume el servicio y las ganas de ayudar para construir una sociedad mejor desde lo que hace cada uno en sus distintas áreas: “Nada más práctico que encontrar a Dios, que enamorarse de Él de manera absoluta y para siempre. Lo que amas, lo que captura tu imaginación, lo afectará todo. Decidirá lo que te haga saltar de la cama en la mañana, lo que hagas con tus noches, cómo pases los fines de semana; definirá qué leas, con quién trates, qué te destroce el corazón, qué te asombre y llene de gozo y agradecimiento. Enamórate y permanece en el amor, eso lo decidirá todo”.
Guillermo Salvador Santos de Alba
Jefe de Espiritualidad y Pastoral Prepa Ibero Puebla
guillermosalvador.santos@iberopuebla.mx
Twitter: guillosantos19