La Acción Educativa en Economía Solidaria
Notas sobre Reflexiones Euclidianas…
La acción educativa en Economía Solidaria es un proceso mental, emocional y activo, para conectar la historia personal y colectiva integrando conocimiento, emoción y actitud con una dimensión ética. Es un proceso que incluye una comprensión Epistemológica que a su vez abarca “el saber conocer, el saber convivir y aspectos sociopolíticos, al mismo tiempo que comprende aspectos pedagógicos en el sentido de aprender a hacer y saber ser con una dimensión ética”.
La educación liberadora se realiza en comunidad y/o en las Redes de Colaboración y Economía Solidaria; la clave epistemológica incluye gnoseología y un lenguaje para la construcción colectiva del conocimiento en el seno de la comunidad. En la medida en que no debemos pensar por otros si tenemos que considerar al pensamiento como mediación de la liberación colectiva, la cual parte de la naturaleza social y está en comunión con el ser humano. En este sentido, la educación “tiene una doble misión: enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos”. “En un primer nivel el descubrimiento gradual del otro; en un segundo, y durante toda la vida, la participación en acciones comunes”.
Es necesario no solo problematizar sino formularnos horizontes utópicos como alternativas inmediatas a partir de elementos semióticos de la educación referidos al lenguaje (signos), interpretados emocionalmente y relacionados a la sensibilidad; frente a un proceso mental corporal de acción y/o actitud de dominación semiótica capitalista machista. El sistema moldea y la educación liberadora subvierte los códigos hegemónicos de opresión. Los signos desencadenan interpretaciones mentales que pueden ser de una falsa realidad y conllevan una reacción corporal-energética concreta.
El proceso de liberación es comunitario o colectivo, de carácter dialógico y emocional. Así el sistema forma y encuadra a partir de la semiótica de la dominación, sin embargo primero para neutralizarla y después para transformarla se requiere recuperar la sensibilidad humana mutilada en el proceso de alienación; asimismo para saber ser es preciso “dotarnos de un pensamiento autónomo y crítico para elaborar un juicio propio y determinar por nosotros mismos lo que debemos hacer en las diferentes circunstancias de la vida”. La educación nos “debe dotar a cada cual de fuerzas y puntos de referencia intelectuales permanentes que nos permitan comprender el mundo que nos rodea para comportarnos como elementos responsables y justos”. “Conferirnos a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicios, de sentimientos y de imaginación necesaria para que nuestros talentos alcancen plenitud. Una educación que nos permita aprender el mundo que nos rodea y sentir el placer de comprender, de conocer y de descubrir”.
Por otra parte cabe preguntarse: ¿Qué conocimiento valida la academia? ¿Qué conocimiento se produce y dónde? El flujo de información y conocimiento construye actores que reproducen dominación o liberación, de tal suerte que requerimos profundizar nuestra comprensión de las estructuras de auto esfuerzo y/o equilibrio y dinamización de las coyunturas a partir de los flujos de poder, de conocimiento, los culturales y económicos (flujo de valor); definiendo ejes de lucha y demandas inmediatas contra el sistema machista-capitalista.
La validación de las acciones educativas en la economía solidaria implica la reflexión sobre la práctica, congruencia, sistematización y ética: la construcción de una teoría y práctica e incluso la apropiación de tecnología (flujo de conocimiento), la cual fluya colectivamente a través de las Redes de Colaboración y de Economía Solidaria.
De igual manera es importante efectuar el diagnóstico de las practicas; de las necesidades económicas; educativas y ecológicas; de los flujos de poder y de las necesidades de ejercicio del poder, para construir un poder público no estatal con autonomía y autogestión; un poder popular económico, político, social, cultural e incluso estético, que permita la liberación de las “Fuerzas Productivas” así como la transformación de las matrices de los “Modos de Producción”.
Se requiere construir modelos comunicativos; temas generadores prioritarios; ejes temáticos y de lucha a partir del diálogo, de la reflexión sobre la práctica, sobre la historia personal y colectiva, e integrar conocimiento, emociones y actitud (“acción corporal energética concreta”): así como la relaboración colectiva del mismo conocimiento validado en comunidad para la liberación y contra la sumisión y la pasividad.
En el marco de la Economía Solidaria y Popular, el flujo de valor consolida las Redes de Colaboración de este nuevo modo de producción: por lo demás, el flujo de poder posibilita la transformación social conjuntamente con el flujo de conocimiento, en tanto que el conocimiento ha de ser liberador.
El acto pues de educar implica humildad y amor para cambiar, para transformar, fe y confianza, así como congruencia. Es una acción dialógica comunitaria, en la medida de que no podemos vivir sin los otros, ni podemos vivir solos sin los demás, así como no podemos pensar por los otros y tampoco vivir sin las demás especies, ni vegetales ni animales. La participación hemos de considerarla como un derecho, desentrañando el proyecto al que se nos invita a participar, pues todo proyecto implica una teoría del conocimiento y conlleva una carga ideológica implícita o explícita.
Hemos de empeñarnos en construir un pensamiento que sea capaz de cuestionarse a sí mismo y cuestionar la realidad, un pensamiento autónomo, autogestivo y crítico que se construya colectiva y comunitariamente. Finalmente el proceso educativo es al mismo tiempo organizador y movilizador; es un proceso cognitivo que implica emociones y actitudes con una dimensión ética cuya significación es: comprender, sentir, y actuar colocando al ser humano en el centro, tanto en lo económico, como en lo político, social, cultural y estético. Así como, establecer una relación armónica y de respeto a todas las formas de vida y la naturaleza toda.
Por Gerardo Javier Alva Castillo
Articulista invitado.
Director del Centro Educativo Demetrio Vallejo
*Concepto acuñado por el profesor Ralf Carmen (1996), de la Universidad de Manchester Inglaterra.