Caretas para la vida
La pandemia por COVID-19 declarada hace unas semanas a nivel mundial definitivamente está poniendo a prueba a la sociedad, el confinamiento forzoso, el quedarnos en casa, el no poder ver a nuestras familias y amigos, el tener que dejar a un lado nuestras actividades, hobbies, pasatiempos; todo para poder mitigar los efectos del contagio directo. De repente, de un día a otro, el mundo parece que se detuvo, vemos el mundo a través de pantallas, las redes sociales nos muestran ciudades vacías, negocios cerrados, calles sin coches, sin personas, todo en pausa.
Sin embargo, en momentos críticos de esta condición inesperada, emerge un grupo de personas, que, sin otro afán, más que el de ayudar y poner un granito de arena, deciden invertir su tiempo, sus talentos, habilidades, esfuerzo, y, sobre todo, muchas ganas de dar soluciones a los problemas y retos que podemos enfrentarnos como sociedad: la comunidad de Makers.
Gracias al enfoque social y humanista que caracteriza a Ibero Puebla, uno de los proyectos más relevantes para la sociedad es la colaboración en áreas de la salud para el Estado de Puebla. En 2018, se firmó un convenio de colaboración con el Hospital para el Niño Poblano, para la realización de proyectos de investigación e implementación de soluciones creativas, pero sobre todo funcionales.
Cuando en México se declara la situación de alerta, el equipo Maker del IDIT tiene la iniciativa de crear soluciones y apoyar a la comunidad de la salud, empiezan a surgir ideas y prototipos, pero gracias a la comunicación frecuente con el Subdirector de Enseñanza e Investigación del Hospital para el Niño Poblano, el Dr. Juan Domingo Porras Hernández, se pudo concretar un equipo de trabajo de manera virtual, donde se analizaron las necesidades reales del equipo médico; y con esto, poderles ofrecer alternativas funcionales y no se quedara sólo en buenas intenciones.
“Merecemos estar protegidos para mantener nuestra salud y la de nuestras familias. En serio, si se enferma el personal de salud, no habrá quien cuide de ti”. Frase que el Dr. Juan Domingo Porras publicó en sus redes sociales y compartió con el equipo de trabajo de Ibero Puebla, fue lo que hizo que los esfuerzos creativos se enfocaran sobre esa línea de trabajo.
Con energía incansable del equipo del IDIT y con el reloj jugando en contra para lograr el objetivo, comenzó este camino con gran trabajo de diseño, la construcción de prototipos, impresiones 3D y pruebas de los mismos; además de la constante comunicación con el equipo médico (que se fueron sumando) y la colaboración con FABLabs de diferentes ciudades (Ciudad de México, Guanajuato, Mérida, Estado de México), se define la solución más viable, práctica y funcional para proteger la integridad del personal de la salud. El EQUIPO COVID: presenta la “Careta IDIT” se convierte en una solución real, que se está transformando en una herramienta de protección y se está replicando en otras partes del mundo como Ruanda, en África.
Pareciera una solución simple, pero el gran aprendizaje que hemos recibido de este proceso, es sin duda una oportunidad para reflexionar sobre nuestro quehacer en el mundo de diseño y creación de soluciones. No sólo por el simple hecho de innovar, sino buscar la retroalimentación directa del usuario, que es quien finalmente tendrá el contacto final con el producto. La aportación de los médicos en sus actividades diarias en el Hospital con el uso de los productos permitió tener un producto replicable, pero sobre todo útil y funcional, que garantiza en mayor medida que el factor de contagio se reduce.
En proceso se ha percibido un contagio, pero no viral, sino un contagio positivo de ganas de ayudar, hemos podido percibir las ganas y el absoluto compromiso de los médicos con la población a la que sirven y atienden para preservar la salud y la vida; creo que esa repercusión es de lo mejor que hemos podido vivir.
Las “Caretas IDIT” son el fiel reflejo de que juntos podemos hacer una gran diferencia, sin egos, sin pretender evidenciar cualquier carencia en los centros hospitalarios; comprendiendo muy bien que un producto de esta naturaleza puede significar una gran diferencia entre un contagio, e inclusive poner en riesgo la vida de todo el personal de salud.
Bien pues, estamos en un punto de inflexión, complicado, difícil, inédito, que nos ha puesto al límite en la percepción de la realidad, en la comprensión de un nuevo mundo; no tenemos a ciencia cierta conocimiento ni la imaginación para saber qué ha cambiado, pero sabemos que seguimos teniendo héroes sin capa, héroes anónimos, héroes de bata blanca, y muchas personas comprometidas con los otros, con la humanidad en general, haciéndole frente a un enemigo invisible y aún desconocido por el mundo.
No alcanza solo decir ¡GRACIAS!, pero reconforta sabernos parte de este gran equipo.
MA Gonzalo Hernández